Por: Marco Peña Aguirre.
La Vitrola y la Colección
Con la expresión «Vitrola» es como se designa comúnmente a un «Gramófono» en muchas partes del Perú, en Cusco serán muy pocos los que usen este último término; la razón de la popularización de la «Vitrola» es que a partir de 1906 La «Victor Talking Machine» que era la compañía que más gramófonos trajo al Perú, de manera estratégica lanzó al mercado la «Victrola» fue a partir de entonces que de esta denominación comercial, derivó la famosa expresión hasta hoy todavía conocida y que se ha posicionado como término común para designar a todo gramófono, aunque fueran de otras marcas.
Respecto al coleccionismo en general, este tiene poco arraigo en Cusco y en el Perú, es menor aun el de las colecciones o museos de Vitrolas o Gramófonos, es un espacio fascinante pero reducido a muy pocos aficionados o especialistas en el tema, a diferencia de lo que ocurre en otros países vecinos en Sudamérica, caso Argentina, Uruguay o Chile.
No es por tanto una sorpresa imaginar que este sea uno de los pocos o el primer portal Peruano dedicado a los gramófonos, no obstante que existen en el país, otros pocos coleccionistas y especialistas, que prefieren guardar para si mismos sus exquisitas posesiones de colección, este es un aspecto que respeto en todos sus extremos.
Hago público este sencillo portal para ilustrar y compartir este tema muy poco difundido, lo hago a modo de historia, comentarios técnicos, detalles, anécdotas y mucho más sobre estos tesoros los gramófonos.
He aquí una bella colección que guarda consigo sus propias historias y nos conceden la oportunidad de darle un vistazo y experimentar la sensación de por unos instantes estar a finales del siglo XIX o principios del XX.
Estos varios modelos con su individualidad y sus características huellas de uso, poseen el don de hacernos sentir lo que nuestros bisabuelos experimentaron hace más de un siglo.
Estos ejemplares han sido hallados de manera especial, de algunos incluso sabremos sus orígenes y dónde sonaron y animaron fiestas de aquellas que se iluminaban con candiles y cuyos invitados llegaban y se retiraban a caballo o en carruajes, o de una vieja Picantería Cusqueña en la que una Vitrolera (Dama joven que se encargaba de mantener sonando una vitrola) deleitaba a sus clientes con interpretaciones clásicas y populares, principal atractivo del establecimiento en ese entonces
Las Vitrolas Cusqueñas y de regiones vecinas.
Observaran que las fotografías expuestas, presentan gramófonos o Vitrolas, que únicamente han sido limpiadas y habilitadas, mantienen su acabado original, asimismo el niquelado de sus partes metálicas es original, así como las bocinas o cornetas mantienen su pintura original, solo he pintado aquellas que hallé en condiciones de deterioro muy avanzadas, no olvidemos que estas máquinas estuvieron en manos de tres generaciones pasadas, han sido usadas intensamente y han estado abandonadas por muchas décadas, algunas en condiciones muy adversas, ahora al rededor de más de cien años después, están ante nosotros, manteniendo aún su carácter de antigüedad.
Los gramófonos Cusqueños que encontré y su historia
El Víctor III
Al día siguiente a la hora pactada, como igualmente comprenderán, estuve en el lugar indicado, esperando, con dudas, temores de que no lo hubieran encontrado o que estuviera en muy mal estado o que le faltarían algunas de sus partes. Mucho de lo que imaginé fue cierto, sin embargo cuando tuve ante mis ojos el tesoro, noté con gran asombro que era el modelo exacto al de la fotografía del volante que yo había llevado, era un Víctor III de fabricación temprana, le faltaban muchas partes, no tenia la corneta ni el codo, tampoco la manivela, parte del brazo (la «U» y donde este rueda) se había perdido, así como el diafragma, me afirmaron que la corneta fue blanca adornada y de gran tamaño; a pesar de los años, era impresionante la información que tenía el patriarca de la familia, que contaba con más de 80 años, afirmó también que este ejemplar había llegado de Lima en 1950, y que era un presente del Diputado por Canchis con quien el dueño del gramófono había establecido buenos lazos de amistad.
La historia detrás de este gramófono se remonta a 1951 cuando estos artefactos estaban en perfecta vigencia en el Perú, de manera especial en zonas remotas del interior del país. De este hallazgo tengo registrado lo siguiente: Un día cualquiera de 1951 Don José Nicanor Berrío, Señor de la hacienda Casa blanca, estaba de viaje, las personas empoderadas de la hacienda en la ausencia del Señor, bajo circunstancias poco claras, habían decidido usar una vajilla y el gramófono fuera de la casa hacienda, con la pura intención de devolverla antes de la llegada del amo, cosa que ocurrió repentinamente, los infelices encargados al saber de la súbita llegada del Señor, no tuvieron otra opción que ingeniar una coartada, dando por sentado que el amo de la hacienda castigaba severamente a quienes hurtaban dentro de sus dominios, así como era castigado también el uso inconsulto de cualquier bien de la hacienda, y bajo circunstancias que hoy no logramos imaginar con solo nuestro sentido común, decidieron ir ante el hacendado y simular que habían sufrido un robo y que estaban empeñados en rastrear a los malhechores para intentar recuperar los bienes perdidos (tradición que persiste actualmente en estos lugares remotos del país), prefiriendo las sanciones por negligencia y no por robo o uso inconsulto de bienes; cuentan que la vajilla fue enterrada en los alrededores de la casa hacienda y que el gramófono había sido enviado lejos con la determinación de que fuera desaparecido.
El Víctor II
Este hermoso tesoro encontró su camino hacia mi mientras yo estaba en Cusco, se entenderá que para que esto suceda no puedo mantenerme pasivo, debo de alguna manera buscar algún rastro; para que esto se haga propicio me dirigí a la calle Saphi, y luego de recorrer un estrecho callejón de entrada Incaica y subir extenuantes escalones, finalmente pude encontrar a Don Lucho Cabrera, un cazador de tesoros cusqueño, dedicado a este negocio por décadas, a quien ya había visitado antes sin lograr para mi favor ninguna novedad, no obstante en esta ocasión no me mostró nada pero me dio una referencia, me comentó que en una casa de la calle Chihuampata en San Blas, habían mudado muchas cosas antiguas entre ellas una “vitrola de corneta” que no se la quisieron conceder; refirió que perteneció a una vieja picantería
que tuvo su apogeo durante las primeras décadas del siglo pasado, comprenderán que de inmediato tomé un taxi y en breve estuve ahí, sin mucho que hacer ubiqué el lugar, me salió al encuentro un hombre de unos 50 años de edad, que al referirle yo mis intenciones no dudó en invitarme a que lo siguiera, luego de asegurarse de que yo no era comerciante, me guió por entre pasillos típicos de las viejas edificaciones de San Blas, finalmente entré en un recinto iluminado por un tragaluz que permitía ver con claridad lo que había dentro; con gran satisfacción vi ante mi, sobre una vieja mesa un “Víctor II”, un ejemplar con tantas señas que testificaban su larga permanencia y trabajo en la picantería, y sus varias décadas de abandono, estaba completa, solamente le faltaba el reproductor o diafragma y el motor no funcionaba, estaba sucio y polvoriento, la corneta o bocina presentaba varias abolladuras, pero mantenía la litografía del perrito. De inmediato negocié y recogí toda la información que me refiera detalles de este tesoro.
El relato detrás de este ejemplar es también interesante, había pertenecido a una picantería ubicada en la calle Plateros en el centro de Cusco, sus propietarios herederos habían llegado del extranjero para negociar una fracción de su propiedad, habiendo entonces convocando a recolectores para mudar dicha parte del inmueble.
Que tan determinante es estar en el lugar y momento precisos, es por tanto que esta joya ahora esta aquí ante nosotros, vuelta a la vida y sonando cual lo hiciera en los principios del siglo XX, en manos de la Vitrolera durante una tarde entretenida entre chicha y piqueos de la vieja picantería tradicional Cusqueña.
Algo peculiar es que al desarmar el motor para limpiarlo y habilitarlo, noté que el eje principal que atraviesa las cuerdas, estaba asombrosamente desgastado al punto de que tenia un cuello que no le permitiría funcionar, como testimonio del uso intenso al que el gramófono había estado sometido, de manera que tuve que esperar mucho tiempo, años, a que llegara a mis manos un eje original de reemplazo; la caja presentaba señas igualmente particulares, tenia hasta dos quemaduras de candiles que seguramente ocurrieron durante las noches alegres en el interior de la picantería. Con mucha paciencia, luego de varios años logré reunir todas las partes que le hacían falta, le instale un diafragma reconstruido, con partes facilitadas por mi buen amigo Augusto Schaller.
A propósito, hallé esta fotografía, es el letrero de una picantería cusqueña, que hace referencia precisamente a un gramófono, fue publicada por la revista Life, y la sitúa en 1939. Puedo entender que este tipo de establecimientos debía como parte del negocio, contar con una Vitrola como atractivo, como lo hicieran muchas décadas después, las Rocolas.
Víctor Junior
EL Víctor Junior, es un pequeño gramófono de bajo precio en su tiempo, costaba quizás casi un décimo de la más cara de las vitrolas de corneta externa, y generalmente era comercializada como juguete, pero no es precisamente el aspecto técnico lo que describiré ahora, sino como es que este pequeño encontró su camino hacia mi.
Estaba en la región vecina de Arequipa y siempre que estoy en esa Ciudad indefectiblemente visito a mi Amigo Carlos Carrillo, es grato por que conversamos mucho sobre los gramófonos y en esta plática en particular, me mostró una despreciada y vieja tapa de un pequeño gramófono que estuvo en sus manos por varios años y por la que nadie daba un centavo, esta tapa estaba rota en dos pedazos sueltos, las partes estaban ahí por que los tornillos del chasis desnudo del motor las mantenía forzosamente y no podían desentornillarse pues los pernos estaban debajo del platito giratorio que estaba fijo, imposible de remover; ese día Carlos me lo ofreció como regalo, asegurándome que podría encontrar algunas partes que de hecho habían estado juntas varios años atrás. Quizás un año después, volví a visitar a este amigo y para mi asombro, me mostró las partes del motor que le hacían falta, fue tan grande mi sorpresa y gozo al ver esas piezas tan especiales, eran varios engranajes sujetos a una estructura pequeña pero muy precisa, imposible de conseguir de otra manera, exquisitamente elaboradas, al recibirlas, mis expectativas de que el pequeño Jr. volviera a vivir se fortalecieron, de manera que muy satisfecho por el avance retorne a Cusco, para volver a Arequipa tal vez en unos dos años más, cuando Carlos me tuvo otra sorpresa, me llevó tras de sus puertas y abriendo una de las antiguas hojas, me mostró las maderitas de la caja del gramófono, que estaban clavadas en el sillar para proteger la pared del impacto de las perillas, me invadió en ese momento una emoción tal que de inmediato solicite un martillo para yo mismo liberar a esas preciosas maderas de roble, que por sabe quien cuanto tiempo estuvieron ahí fijas en la pared, una vez en mis manos esas maderas – que conservaban sus extremos dentados, trabajados de manera hermosa – Volví al Taller de Calquiña en Huayopata y comencé la agradable labor de volverla a la vida, repuse la cuerda al cilindro que estaba vacío, con mucho trabajo puse las partes en su lugar – me es difícil explicar la sensación que experimente al ver nuevamente ese pequeño motor vibrar, ver cómo sus pequeñas partes armonizaban de manera silenciosa,
que brindándole tiempo y dedicación tuviera la fuerza para impulsar el giro del platito una vez más – compuse las maderas como estuvieron hace más de un siglo y luego de esperar unos años más por el pedestal y la cornetita, este pequeño volvió a la vida, como un niño que despierta luego de un buen sueño y te deja oír su voz infantil, que te inspira y toca hasta las más profundas fibras del corazón, no puedo expresar de otra manera la sensación grata que me produjo verlo sobre una mesa reproducir «Ingrata cual es la fe» de Montes y Manrique, como sonara en aquel maravilloso tiempo.
Actualmente es una pieza muy rara, de estos fueron fabricados pocos en relación a otros modelos, si alguien posee alguno de estos tenga a bien compartir alguna que otra fotografía en los comentarios.
El Víctor 0
Esta Vitrola, es pequeña, muy sencilla, no es beneficiaria de detalles y adornos, fue fabricada para llegar a los hogares medios, tiene una cajita cerrada por tornillos, no tiene una tapa con bisagras como otros modelos, se vendió con su típica corneta color «Melocotón».
Este pequeño ejemplar transcurrió su apogeo en Arequipa, en una hermosa casa de la calle «La Merced», esta casa lleva el año de su construcción en el arco de sillar de la puerta principal que señala 1880, en esta casona vivían varias familias inquilinas, por muchos años, una de ellas conocida mía.
Un fuerte movimiento sísmico, de hace muchos años atrás hizo que parte de la infraestructura de la casona sufriera daños, motivo por el que los propietarios de entonces emprendieran algunas modificaciones y cambios, lo más interesante fue que entre toda esa gestión, abrieron y desocuparon un depósito en el que por muchos años nadie había estado, cuentan que en ese tiempo, la familia se deshizo de muchas cosas que consideraban que solo ocupaban espacio y lo más insólito es que tomaron El Víctor 0 y subestimándolo lo pusieron en la calle junto con otras cosas, para que alguien los liberase de tal carga llevándoselos como basura; es curioso advertir ahora, cómo cambian los tiempos, lo que en algún momento lo estimaban como nada, ahora son joyas invaluables que traen tanta historia y pasado consigo. Para fortuna mía el padre de Mateo Salas – a quien luego de muchos años llegue a conocer y me comentó este relato – lo tomó rápidamente y lo guardó, evitando así que cayera en manos en las que sin duda hubiera tomado otro rumbo, quizás de no volver nunca más a la vida.
Entonces ocurrió que una tarde, mientras realizaba un recorrido laboral rutinario por una zona rural, en Apurimac, me puse a conversar con Mateo – por entonces mi compañero de trabajo en una Compañía Minera – respecto a los gramófonos, pues sucedió que luego de explicarle qué eran y como funcionaban, para mi asombro, me comento que en Arequipa tenia una de estas cajas, que al moverle una manivela, un plato metálico comenzaba a girar, de inmediato le extendí mi petición de que viera la forma de concedérmela, sin vacilar me dijo que no tendría inconveniente de ponerla en mis manos, que la buscaría y de encontrarla me la enviaría en un trasporte de carga, en la emoción y sin dudarlo tomé un billete y se lo entregue como compromiso y para cubrir los costos de dicho envío. En dos semanas, recibí su llamada desde Juliaca, me decía que estaba enviando un paquete para mi, no tenia duda de que lo había encontrado, solo me quedaba la incertidumbre del estado en que se hallaba y cuanto le faltaría para volver a sonar; recibí el paquete, con emoción lo abrí y estaba ante mis ojos «El Víctor 0» polvoriento, oxidado, con el acabado de la caja muy dañado, tenia sus periféricos, menos el diafragma ni la corneta y el codo, aun faltando todo eso, la emoción no dejaba de ser gratamente significativa. En varios días la limpié cuidadosamente, reparé con esmero su mecanismo, compuse su motor lo mejor que pude y maravillosamente los engranajes y ejes armoniosamente comenzaron a moverse nuevamente, como un mágico artilugio, dejándome esa sensación gratificante, de experimentar cómo un ser vuelve a tomar aliento. Tuve este pequeño mucho tiempo sin su corneta y codo, esperando sobre un estante.
Luego de muchos meses, visité Arequipa, por supuesto acudí a la casa de Mateo, una vez ahí, no se concluir si por intuición espontánea o como acción deliberada, solicite me concediera la libertad de recorrer los sitios menos frecuentados de la amplia casona, una vez en la acción, para mi nueva fortuna y gran asombro, al dirigir la mirada a un portal de un segundo piso ya casi en ruinas, vi en lo alto entre viejos cables eléctricos «la pequeña corneta» del Víctor 0, literalmente estaba hecha tiras, y colgada como campana para un bombillo incandescente roto, que estaba en medio, puesto ahí hace cuantos años no imagino, de inmediato hice los arreglos para que se fuera conmigo.
En un tiempo más, luego de esperar por el diafragma, el codo y de dedicarle muchas horas a la recuperación de la cornetita, el «Víctor 0» volvió a vivir, ahora me deleito con este pequeño, mientras reproduce «El Huerfano» grabado por los «Hermanos Soto» en la Arequipa de 1917.
Muestro las fotografías de un antes y después del estado de la corneta, no con la intención de ostentar procesos de restauración «profesionales», sino solo con el deseo de compartir una actitud modesta de recuperar y volver a la vida una pieza que estaba literalmente perdida y que considero importante.
El Víctor IV
Este es un gramófono que para poseerlo en su tiempo se requería de una inversión considerable, se trata de un modelo poco común, estimo que podría haber sido adquirido durante los años veinte, del siglo pasado. Este ejemplar a diferencia de los anteriores encontró por sí mismo su camino hacia mí, en ese tiempo vivía yo en Calquiña, Huayopata, la Convención, considero ese, como un espacio de tiempo en el que estaba en contacto con la naturaleza pura del lugar, cautivado por lo exquisito del paisaje y lo fresco del aire y el agua. Este período y lugar eran por mí considerados poco propicios para buscar e investigar sobre la posible existencia de algún gramófono.
Con esta experiencia concluyo que estos ejemplares considerados como obras de arte, suelen por si mismos buscar y hallar su camino hacia mí. En ese tiempo estaban comenzando a construir la vía asfaltada de Cusco a Quillabamba y un buen amigo mío de Nombre Helenio Bazán – que había trabajado conmigo muchos años y con quien llevábamos un trato familiar más que de amistad, conocedor de mi pasión por los gramófonos – laboraba entonces como líder de un equipo especial encargado de negociar espacios de tierra y demoler viejas construcciones que estaban en el curso del nuevo trazo de la vía.
Un día cualquiera en el que fui de Calquiña a Huyro, sin imaginar que sería este uno muy particular por lo que vería en los segundos próximos, saludé como siempre a Helenio, cuando de pronto, como si hubiera esperado el momento, me dijo: “te tengo una sorpresa”… podía yo pensar en cualquiera otra, menos en la que me esperaba, consideraba que estaba en un lugar infructífero para hallazgos de esta naturaleza, no obstante precisamente ahí de cara a mi incredulidad, tendría lugar uno de los eventos espontáneos que más me sorprendió, efectivamente, como no lo hubiera imaginado, estaba ante mis ojos, nada menos que un “Víctor IV”, con toda su apariencia de abandono, sucio, inoperativo, incompleto, no tenía la corneta, mucho había que hacerle, pero ahí estaba, al observarlo detenidamente, sentí que me buscó y encontró, imaginé quizás que se dirigía a mí y suplicaba que le concediera una vez más, reproducir alguna vieja canción, despertar la admiración de alguien más como lo hiciera antes, tal vez tocar algún corazón más, como lo hiciera antaño, pude realmente percibir todas estas profundas y certeras sensaciones en cuestión de segundos, que se hicieron eternos, pues aún ahora los puedo sentir. Cuanto agradecí a Helenio por concederme esta experiencia, por estar en el momento y lugar preciso para dar con este tesoro, que de inmediato pasó a mis manos y en breve comencé la tan satisfactoria jornada de dedicarle tiempo, ingenio, esfuerzo y paciencia, para que esta bella máquina deje su óxido, el polvo y el olvido, para que sus engranajes, ejes y muelles de manera precisa conjuncionen las funciones para las que fueron designadas y le concedan vida, como un corazón que vuelve a latir y tenga la oportunidad de una vez más deleitarnos con lo que sabe hacer. La emoción es siempre extraordinaria al ver abrir lo ojos a un gramófono dormido por tantas décadas.
Cuenta Helenio que un día rutinario llegaron él y su equipo de trabajo a un viejo predio en un sector llamado “Huayopata Rodeo”, precisamente a demoler dicha construcción, se trataba de un viejo depósito edificado sobre un lugar alto, ubicado precisamente sobre el trazo de la vía. Helenio refiere que comenzaron desmontando la cubierta, puertas, ventanas y muros, llegando así a un último recinto pequeño, mientras él se hallaba en la parte superior del lugar, uno de sus operarios comentaba en voz alta y con risa con otros sobre un objeto curioso que acababa de encontrar, en el diálogo alguien pronunció la palabra clave: “Vitrola”, fue cuando Helenio prestó atención e intervino, ordenando que le llevasen ese curioso artilugio, lo examinó y fue la primera vez que vio y estuvo cerca de un gramófono y lo primero que consideró fue ponerlo en mi manos.
El tiempo en el que esta joya llegó a Huayopata, fue en la época del apogeo del té. «La Té Huyro» que según sus registros inició sus operaciones en 1913, generando la actividad industrial en la zona a partir del Té, en su tiempo hizo de Huyro un importante polo de desarrollo de la Provincia de la Convención, llevando el “oro verde” a todos los confines del país y también al extranjero.
Hasta donde pudimos practicarle un seguimiento, perteneció a una familia de Arrendires, una de las más beneficiadas del sector Huayopata Rodeo, que respondía a la Hacienda Huyro, cuyo titular fuera Don Benjamín La Torre. Las razones aparentes por las que una de estas joyas pudiera quedar escondida de esta manera es debido a los efectos sorpresivos que la reforma Agraria trajo consigo, provocando que muchos hacendados y arrendires se precipitaran de la noche a la mañana a poner a salvo sus objetos más valiosos en los lugares menos aparentes y que por los azares del destino en muchos de los casos nunca los recuperaron, esta no es la única anécdota que refiere este detalle, guardo otra similar, que compartiré también aquí.
Como fuera, hoy está ante nosotros el Víctor IV, vuelto a la vigencia, este precioso ejemplar ha sido encontrado con su diafragma reproductor Victrola N°2. El valle es un ambiente muy húmedo, cruel para las partes metálicas en abandono, sin embargo ha sabido conservar este tesoro, para que hoy podamos hablar de él y se nos dé la oportunidad de disfrutarlo una vez más.
El Víctor I
Esta es una de mis anécdotas que está vinculada con la historia nuestra de una manera muy especial.
Trabajaba yo para una compañía Minera en Apurímac y solía por cuestiones laborales visitar con frecuencia una Municipalidad ubicada a una hora de nuestro campamento de Huanacopampa, se trataba del gobierno local de Progreso, la jurisdicción de la Provincia de Grau que estaba más cercana a Cotabambas.
La primera vez que divisé progreso, desde lo alto de la montaña que brinda acceso a este mágico lugar, quedé impresionado por las instalaciones industriales de la época victoriana que ahí existen – que pueden verse a gran distancia – denominadas comúnmente como “El Ingenio”, observándolo a lo lejos, sentí que ese lugar era un buen escenario para hallar algún que otro gramófono, de lo cual daré cuenta en breve.
Un buen día la Autoridad del lugar, decidió invitarme a visitar las instalaciones del Ingenio, fue entonces cuando comenzó mi satisfactoria búsqueda; no más al ingreso del ingenio – ingreso que había sido recientemente adaptado, con antiguos ejes, bielas, engranajes y poleas del viejo complejo industrial – vi una hermosa mezcladora de concreto de finales del siglo XIX, de bello diseño, hecho completamente de hierro fundido, descuidado y abandonado a los factores de la intemperie; al verlo así, exprese mi interés por adquirirlo y darle un mejor trato y lugar, la autoridad me dijo que mi intento era infructífero, que la pieza era patrimonio común del pueblo, por tanto, imposible de dejarlo ir, pero que podría mostrarme otras piezas más pequeñas que estuvieron vinculadas a la época y que tal vez esas si podría yo obtenerlas; la afirmación despertó sobremanera mi curiosidad.
Luego de muchas y sucesivas visitas laborales y a fuerza de superar muchos olvidos de la autoridad y falsos trajines míos, una hermosa mañana en que visité Progreso, finalmente fui invitado a una vieja barraca – que sin duda había sido construida en los primeros años del siglo XX, seguramente había cumplido la función de campamento o vivienda de algún grupo de obreros de la antigua compañía Minera – Ingresé directamente al recinto – pues no tenia más que una habitación – y a media luz, sobre barriles de roble y entre viejos cascos mineros y pequeñas y antiguas lamparitas de bronce, estaba un terriblemente desmantelado “Víctor I” y como no fuera sorpresa, le faltaban muchas partes, el motor estaba incompleto, la madera cubierta de polvo y como común denominador, se notaba la ausencia de la corneta y el codo; no obstante de manera muy especial le brinde toda mi atención e interés, busqué entre todos los objetos alguna parte más que perteneciera a este ejemplar, sin lograr éxito en esta empresa. Logré negociar el gramófono y dos pequeñas lámparas de bronce que funcionaban con carburo; es indescriptible la satisfacción que experimento al encontrar un tesoro así y en un escenario tan favorecido como este.
Tomé mi nuevo gramófono y con cuidado lo llevé hasta mi campamento en Huanacopampa, donde lo examiné mejor y las luces de volverla a la vida se encendieron, posteriormente la llevé hasta Sicuani donde comencé a restaurarlo con la ayuda de mi amigo Álvaro Valdivia quien me facilitó las partes como la corneta y otros periféricos desde Arequipa; le brinde mi tiempo y dedicación por semanas y meses, de gracia en gracia la joya comenzó a cobrar vida, su motor completo ya, me mostró para qué es que había sido creado, en un tiempo más me tocaba el corazón cuando fue capaz de reproducir el disco «Lima de veras» – canción escrita por la misma que fue una bella niña que vio la luz y dio sus primeros pasitos en Progreso, interpretada por los Morochucos bajo el sello «Odeón»- hoy esta pieza histórica funciona de maravilla, como cuando el ingenio refulgía de vida y actividad en aquel Progreso de ese tiempo.
La historia que guarda esta pieza de colección es singular, la encontré en Progreso, Grau, Apurímac, el pequeño y remoto lugar del que la extrañada y célebre Chabuca Granda dijo: «He visto la luz muy cerca del sol de los incas, una mañana soleada entre vetas de oro, amor y sacrificio, soy pues, hermana orgullosa de los cóndores, nací tan alto que solía lavarme la cara con las estrellas». La historia es hermosa y también conmovedora. Don Eduardo Granda y su esposa Isabel Larco llegaron a Progreso en 1917, Don Eduardo, Ingeniero de Minas, ejercería como funcionario de la “Ccochasayhuas, Cotabamba Auraria Mining Company” el cargo de administrador, ahí vivió por muchos años la joven familia Granda, y en 1920 nació, precisamente en este pequeñísimo pueblo la entrañable María isabel Granda Larco, conocida mejor como Chabuca Granda, puedo fácilmente imaginar su temprana infancia, entre las escasas calles de Progreso, quizás entre las gigantescas e imponentes instalaciones industriales del ingenio, que ahora entre el óxido y el olvido aun impresionan a sus escasísimos y casuales visitantes; los pocos que la ven se preguntan, cómo fue posible llevar esa mole metálica, e instalarla en tan remoto lugar, hoy es muy difícil el tránsito – solo vehículos todo terreno llegan con suficiencia y seguridad – todo lo que existe ahí es muy impresionante y de mucha tecnología, construido y equipado con puro hierro Inglés y Estadounidense.
Lo conmovedor es que a mediados del siglo XX, ocurrió algo que no está registrado con claridad – pero los lugareños aseguran, que esta operación minera aurífera exitosa, multimillonaria y que contaba con un gran soporte económico y que asimismo justificaba hasta dos vuelos semanales con cargas de lingotes de oro de alta ley, usando Huanacopampa como aeropuerto – ocurrió que la operación industrial, fue súbitamente abandonada, dejando las plumas en los tinteros, almacenes estoqueados y solo tomando efectos personales básicos, funcionarios y obreros sobrevivientes abandonaron el lugar para no volver la vista atrás, a causa de que se habían verificado muertes sucesivas y en números significativos, por razones que hoy desconocemos y cuya veracidad tiene como única base la tradición popular local, sin embargo efectivamente, el cementerio de estilo europeo, en sus lápidas llevan nombres tales como “Madison”, “Taylor”, “Johnson”, “Smith” etc. y en ese mismo lugar se encuentra la Tumba del hermano Mayor de Chabuca, de nombre Eduardo Granda Larco, quien falleciera en este remoto pueblito.
Hoy más de cien años después, aun se extrae oro de las vetas a las que Chabuca citó, no obstante para mi dolor, en Progreso muy pocos conocen o recuerdan a Chabuca, no existe un busto en su honor o algún pasaje con su nombre, absolutamente nada de ella ha quedado en el pueblo que la vio nacer.
Respecto al gramófono que encontré y restaure, no tengo duda alguna que perteneció a una familia vinculada al gran y misterioso Ccochasayhuas, quien sabe a qué familia, y ¿por qué no endulzar nuestras mentes imaginando que fuera propiedad de los Granda? las probabilidades existen, pues ellos abandonaron la región alrededor de 1923, para no volver más, llevando solo efectos personales; es sabido que gran parte de la ruta desde las profundidades del Perú en ese tiempo, se recorría únicamente a lomo de bestia, por tanto, solo lo dejo a la imaginación del lector.
Víctor MS
El Víctor MS tuvo que recorrer un largo camino para llegar hasta mí.
Un buen día, mientras estaba empeñado en restaurar otros gramófonos y por la necesidad que este proceso demanda de conseguir algunas partes faltantes, asistí a un pequeño mercado de pulgas que tiene lugar los días sábados en el sector de la Bombonera, Sicuani, en esta ocasión en particular la visité en horas de la tarde, revisé de manera concienzuda cada puesto de venta, porque en medio de todo lo que existe en estos lugares en no pocas oportunidades logre hallar partes muy importantes que la gran mayoría ignora qué son y para qué sirven, puedo comentar que hallé hasta más de tres reproductores “Exhibition”, brazos, tornillos perilla y hasta pesitas para el regulador de revoluciones del motor, pero se invierte mucho tiempo y paciencia para dar con estas partes que están entre menuda chatarra que las tienen envueltas y camufladas. Ese día en especial al que hice referencia, llegué a uno de los últimos puestos y entre todo lo que existía ahí para la venta estaba un Víctor III, de fabricación tardía, pedí verla para examinarla, estaba en muy buen estado, cuando trate de negociar el ejemplar, surgió como propuesta un precio relativamente elevado, no obstante lo acepté, lo que tomó por sorpresa a la vendedora, atinando solo a evadir el proceso aduciendo que el artículo no era suyo, de inmediato supe que no quería venderlo, como será fácil concebir en la imaginación del lector que entiende de estos procesos, tuve que retirarme lleno de frustración.
Habría pasado alrededor de un año, cuando nuevamente estuve frente a ese gramófono, llegué en el momento preciso en el que otras personas estaban tratando de comprar esa pieza y la propietaria se negaba a dejarlo ir, argumentando que no estaba a la venta, expresándolo de manera muy áspera, generando desconcierto y disgusto en los ocasionales clientes, habiendo entonces presenciado tal escena, no tuve otra opción que alejarme con la misma frustración del año pasado.
De seguro habría transcurrido otro año más, cuando una mañana tuve el deseo de visitar nuevamente el lugar y usar todos mis mejores argumentos para persuadir a su propietaria que dejara a esta joya irse conmigo, ocurrió que llegué al puesto muy mentalizado y con la determinación de soportar con paciencia cualquier actitud hostil que caracterizaba a esta persona, es así que de manera muy apacible y a la vez audaz le extendí la propuesta directamente, la mujer me miró fijamente y contra todo lo que yo había imaginado la aceptó y concertamos un precio y un momento preciso para efectuar la transacción, pues el gramófono ya no estaba en el puesto de venta para ese día; llegue al lugar en la hora pactada y luego de llamar a un gran portón que se me había indicado como referencia y de esperar unos cinco larguísimos minutos, estuvo frente a mí el Víctor III que había tenido la oportunidad de examinar más de dos años antes, al verlo nuevamente experimente dos sorpresas, una buena y otra mala, comenzaré por la mala, es que la tapa de la base original del equipo había sido cambiada por otra que era a primera vista horrible, la buena fue que para mi sorpresa no solo obtuve la caja, como yo había aspirado, junto con la caja recibí, la manilla, el pedestal, el brazo, el diafragma (Victrola N°2), los tornillos perilla y el codo, a este ejemplar, solo le faltaba la corneta, es el equipo más completo que había encontrado hasta ese momento; esa mañana agradecí con creces y me fui muy satisfecho y sobremanera complacido por haber logrado esta joya que en dos oportunidades anteriores se había alejado de mis manos, no tuve que hacerle mucho, solo operativizar el motor y limpiar el resto y quizás en un año más, con una corneta que gentilmente me concedió Don Elías Jara del Cusco, el Víctor III evidenciaba vida una vez más entre los demás gramófonos, como una joya invaluable, reproduciendo discos de carbón a la perfección, lo disfruté por mucho tiempo.
Unos años después, llegó una vez más, una mañana en la que concibo ideas y propuestas audaces. Se me ocurrió ponerme en contacto con mi amigo Augusto Schaller, con quien para entonces ya hacía ocho años compartíamos el mismo agrado y admiración por los gramófonos, así como el mismo deseo de conservarlos, intercambiando información y criterios sobre el coleccionismo de estas piezas históricas; por mucho me quedaba claro que él tenía la fortuna de poseer dos ejemplares Víctor MS y ningún Víctor III y yo dos ejemplares Víctor III y ningún Víctor MS, claro está que los dos ejemplares de Augusto no eran exactamente iguales, y los míos tampoco, imagino que pocas veces un coleccionista de piezas raras pueda tener dos unidades exactamente iguales; esa mañana superando todo el apego por mi propio ejemplar (el Víctor III al que hice referencia) le escribí un mensaje a este amigo, expresándole que “no hay peor gestión que la que no se realiza” le extendí la propuesta de efectuar un intercambio de piezas, de manera que ambos podríamos avanzar en nuestro empeño de completar el catálogo de la “Víctor” en una relación “ganar – ganar”, consciente yo de que un “MS” es de por si más raro que un “III”. Ocurrió que de todas maneras extendí la invitación; no podía haber mejor oportunidad, pues la idea mía surgió en el momento preciso en el que Augusto recibía una buena oferta por este equipo – es posible que si proponía el negocio una semana después, otro hubiera sido el resultado – de manera que tuve que esperar, supeditado a si dicho negocio se concretaba o para fortuna mía quedaba sin efecto, la respuesta no demoró mucho, la balanza inclinaba al gran MS a mi favor, de su propia expresión surgió: “El equipo es para ti”, no dudo que al igual que yo, tendría él que haber superado su natural apego a su tesoro. En pocos días estuvimos ultimando detalles, yo enviaría a Lima un Víctor III completo, la pieza que más intacta había encontrado y a cambió recibiría la caja MS y su corneta “sombrero de bruja” que tanto yo había deseado poseer, yo me daba por bien servido con este intercambio, no obstante pudo más la generosidad y el sentido de la equidad de Augusto al proponer enviarme otras piezas de colección relacionadas a los gramófonos y partes para reconstruir diafragmas a cambio de todo lo que le faltaría al gran MS, en teoría todo estaba arreglado, no obstante ¿quien sería el primero en poner el pie en terreno incierto enviando una joya a un lugar remoto con todos los riesgos que esto implica?, obviamente fue más fácil decirlo que hacerlo, para ambos, de las mismas palabras de Augusto pude extraer lo siguiente: “Difícil hacer un intercambio con algo tan valioso para nosotros. Créeme que por momentos me asalta la duda, al igual que debe pasar contigo.”
Es lógico cuando la comunicación entre ambos siempre había sido por el internet, la pregunta era: ¿quién dará el primer paso? el hielo era pétreo, había que tomar una decisión, en ese contexto, a sugerencia de mi esposa, en su deseo de generar confianza, escribí un nuevo mensaje en el que afirmaba que sería yo el que efectuaría el primer envío, de manera que de inmediato construí los embalajes, lo más seguro que me era posible y en breve – ciertamente invadido por un gran temor de que algo pudiera ocurrir en la ruta que causara la pérdida de las piezas– embarqué los dos paquetes y no pude estar tranquilo hasta saber mediante el sistema de seguimiento electrónico que este envío había llegado a su destino final, pude respirar mejor cuando recibí un mensaje de Augusto en el que afirmaba que la pieza estaba en sus manos, que era de su completo agrado y que le daría algunos ajustes y retoques según su criterio individual de cómo deseaba que luzca un ejemplar de estos. Fueron pocos días en los que mi amigo modificó los embalajes y el MS estaba en camino a Sicuani – comprenderán los que aprecian y conservan piezas históricas, que las expectativas y el deseo de obtener un raro y nuevo ejemplar, hace que las horas y los días sean notablemente más largos – finalmente el seguimiento electrónico informó que el envío estaba ya en destino listo para ser recogido, me apresuré a la agencia, realice las gestiones pertinentes y de inmediato trasladé en un taxi los paquetes hasta mi domicilio – era difícil dominar la ansiedad – quité la protección de los embalajes y efectivamente estaba ante mi, uno de los gramófonos de diseño más exquisito que yo jamás había visto directamente, era el ansiado “Víctor MS” en buen estado de conservación, mantenía su acabado original, pude de inmediato apreciar su belleza exterior y su complejo mecanismo de diseño primigenio, con partes de bronce, había recibido una reparación, pero mantenía su carácter, sus piezas con algo de óxido y sus tornillos robados, de tanto uso y quizás muchos procesos de mantenimiento, testigos mudos de su tránsito por más de un siglo de uso y abandono, finalmente tenía entre manos esta maravillosa reliquia, de inmediato tuvo todo mi aprecio y admiración.
Estar siempre atento y listo a encontrar alguna que otra parte de gramófonos, cual fuera, tiene sus ventajas, a diferencia de las piezas anteriores, el Víctor MS estuvo con sus partes completas y funcionando en el mínimo plazo de tres días, normalmente lleva años el completar una joya de estas, esos años los había agotado ya, las piezas exactas ya las tenía, era como si el camino de este tesoro estuviera bien trazado, estaban a mi alcance exactamente las partes que le hacían falta, no habían más, lo único que demoró fue el proceso de limpieza de la hermosa corneta “Sombrero de bruja” con “campana de Bronce” que demandó los tres días, en este lapso de tiempo el gran “MS” reproducía de manera perfecta un hermoso tango Argentino en homenaje al famoso “Gardel“, comencé entonces a disfrutarlo y lo ubiqué en un lugar privilegiado, donde todos quienes entrasen en la sala pudieran verlo; inmediatamente envié a Augusto las fotografías del ejemplar ya completo, su respuesta fue: “Increíble, le has devuelto la vida al MS”. En efecto también lo sentía así, un gramófono más volvía a la vigencia.
Luego pude ver en fotografías al hermoso Víctor III de la Bombonera Sicuaneña, ya optimizado, en su lugar, entre la impresionante colección de gramófonos del buen Augusto Schaller en Lima, donde seguramente ya había estado hace un siglo antes, cuando llegara al país.
“El desprendimiento de dos hombres sometiendo sus apegos, temores y con una importante cuota de generosidad y empatía daban lugar a la puesta en valor de raras piezas históricas que inexorablemente deben conservarse para las futuras generaciones, como parte misma de nuestra cultura”.
Buena voz, hay que difundir más estas cosas
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Fue muy bueno sobre tus historias, también ami me vuelven loco estas magnificas piezas. También te llaman la atención los tocadiscos eléctricos? Yo tengo uno que creo que es de los años 50s y no es automático es de la marca IND-MUS cuya marca yo desconozco, aparte tengo un HMV de la india. Bueno saludos desde mexico
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Hermoso e interesante. Les dejo este sitio para q puedan apreciar otros aparatos q tenemos a la venta en Buenos Aires. Arg. Saludos http://www.hectorlucci.com.ar
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http://www.coleccionhectorlucci.com.ar
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Gracias por este enlace… debo comentar que desde tiempo atras he sido admirador de Hector Lucci, leí muchos de sus articulos y mis redacciones muchas se basan en algunos de sus comentarios, recuerdo uno que escribió con el titulo de el «fonógrafo, frente al gramófono» termina diciendo: «Sean cilindros o discos, lavandoles la cara con un poco de agua y jabón suenan ante nosotros como lo hicieron frente a nuestros abuelos» esta expresión me tocó el alma y algo parecido menciono en un pequeño articulo que escribí. Y lamento que Hector ya no esté con nosotros, me hubiera encantado conocerlo en persona, pero no dudes que ha dejado un grán legado, es mi inspiración. es mi comienzo.
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ESTÁN MUY BONITAS FELICITACIONES AL DUEÑO DE LA PAGINA, ÉXITOS
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MUCHAS GRACIAS POR INSTRUIR MEDIANTE ESTA PAGINA A LAS PERSONAS DE ESTA GENERACIÓN SOBRE COMO DESARROLLABAN LAS FIESTAS ANTES, GRACIAS A ESTAS MARAVILLAS (LOS GRAMOFONOS) SE PODÍA APRECIAR LA MÚSICA,ESE ARTE QUE MUCHAS VECES SOLO PODÍAN ESCUCHAR EN VIVO Y GRACIAS A ESTAS MARAVILLAS (VALGA LA REDUNDANCIA) Y A LOS DISCOS DE CARBÓN QUEDARON SUS VOCES GRABADAS PARA EL RECUERDO Y LA ETERNIDAD, HOY LAS PODEMOS ESCUCHAR Y RETORNAR EN LA MENTE A ESOS VIEJOS TIEMPOS DONDE NUESTROS ANTEPASADOS PODÍAN DARSE ESE GUSTO MELODIOSO, ESPERANDO QUE LA JUVENTUD DE HOY PUEDA APRECIAR ESTA MARAVILLA LOS GRAMOFONOS QUE DA PASO A LA GRAN TECNOLOGÍA DE LA MÚSICA, BENDICIONES Y MUCHOS EXITOS AL CREADOR DE ESTA PAGINA
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ME GUSTARÍA QUE SIGAS RELATANDO MAS HISTORIAS QUE ME QUEDE CAUTIVADA CON LA QUE RELATAS
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Gracias por los comentarios, claro, este portal es dinámico, hay muchos gramófonos esperando a volver a la vida, y relatare como aconteció con cada uno de ellos.
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Fuera de serie, que tal la forma de contar las experiencias de hallazgo, me hace parecer a los cazadores de tesoros, ya tengo ganas de ir tambien por esos lugares a encontar algo asi fuera de serie
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Marco felicitaciones por la colección, yo te conozco como un gran músico y al saber que eres coleccionista de estos aparatos llamados Gramófono, que en su tiempo difundían la música
me complace enormemente.
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Me parece muy interesante la historia de cada uno de estos gramófonos, me hace sentir como que son seres que viven a lo largo de tiempo y que tienen algo que contarnos, espero poder leer más en algún momento.
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por fin encontre una pagina con estos equipos wauuuuuuuuuuuu que bonito en que parte del cusco esta ud. para poder visitarlo seguro es un museo, esperare respuesta
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Es realmente un tesoro, me gustaría verlo directamente y escucharlo, y también hallar lugares donde encontrar gramófonos como ocurre en tus historias.
Felicidades.
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Felicitaciones realmente impresionante la forma como relatas las historias encandilan al lector.Los GRAMOFONOS son fascinantes tanto por su historia como también por su melodioso sonido,tuve la dicha de oír tocar un disco de carbón, la melodía es muy distinta a las actuales, existe una inmensa brecha. Es interesante saber como evolucionan.
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LEER LO DE VICTOR JUNIOR ME HIZO RECORDAR A ESA INFANCIA DONDE MI ABUELO ME RELATABA SOBRE ESTOS ARTEFACTOS, PARA MI ERA UN MUNDO MAGICO, AL LEER TU RELATO ME VOLVISTES A ESA INFANCIA MARAVILLOSA, TE FELICITO, ALGUN DIA TENDRE LA DICHA DE VISITAR ESE MUSEO SUYO, VA SER MUY GRATIFICANTE, ME IMAGINO ESTAR SENTADO EN UN SILLON CON MI PIPA EN LA MANO Y UNA BUENA COPA DE VINO TINTO, CERRARE LOS OJOS Y RECORDARE A MI ABUELO, QUIEN ME RELATABA LAS BELLAS NOCHES DE SALON DE UN ANTIGUO AREQUIPA, SERA PERFECTO DELEITAR MIS OIDOS CON LA MUSICA QUE UD TENGA, SABE ME GUSTARIA ESCUCHAR EL HIMNO NACIONAL, UD TIENE?? DEBE ESCUCHARSE SUBLIMENTE MARAVILLOSO, SEÑORITA ZEILA DONDE SE DELEITO UD CON LA MUSICA DE UN DISCO DE CARBON POR FAVOR INDIQUEME EL LUGAR, GRACIAS
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Gracias por su comentario, efectivamente es así, una razón de compartir todo esto, es por disfrutar de esa sensación de visitar un momento el pasado. Pronto publicare algo sobre el Himno Nacional, Hágase seguidor de este portal.
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Me parece muy interesante que estos ejemplares aun se conserven en estos tiempos, ya que muchos fueron donados en las guerras, de manera que son muy raros e interesantes.
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Estan fuera de serie las historias cuantos modelos hay? tienes repetidas? sigue publicando, de cusco hay pocas cosas asi.
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Muy interesantes las historias de estos modelos, me gustaría que se amplie un poco más sobre cada uno de ellos y muchas felicitaciones, es un trabajo que no se encuentra muy comúnmente
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Esta muy buena la página, indague sobre estos artefactos, esta es única por que habrá de estas vitrolas de nuestro entorno, las historias hablan de Cusco Arequipa, esto la hace única, sigue trabajándola estaré al tanto de las novedades.
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No hay mejor manera de afrontar el futuro que conociendo nuestro pasado.
Así como hay acontecimientos y personas que marcaron una época, los artefactos que acompañaron estos momentos llevan inscrita en sus partes la historia pura de una vida bien vivida.
Muy buena iniciativa, el blog tiene que seguir creciendo. Felicitaciones
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Están bonitas las anécdotas, me interesa saber dónde exactamente esta tu taller de Huayopata, debe ser interesante reparar y ver funcionando cosas tan olvidadas y de tantos años, sigue publicando. felicitaciones.
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Encontrar portales como este es muy raro, por no decir casi imposible, los contenidos me parecen inéditos y dignos de ser conocidos por más personas.
Si se agregan reseñas de otros modelos seria grandioso.
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Quede impresionado, habia tenido la oportunidad de maravillarme con los gramofonos en alguna oportunidad pero la manera de narrar la historia de estas joyas de verdad que encandilan. Es tan interesante ver como pusiste en valor estos ejemplares. Felicitaciones por el portal, es una muestra de de una especial cultura, felicitaciones por ser incansable, paciente y apasionado por estas maravillas.
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Interesante portal, no hay muchas de estas que ilustren de esta manera la historia de los Gramófonos. Las imágenes las muestran tan impresionantes y la manera de narrar cada historia a uno lo transporta a los tiempos en que estos artefactos animaban a las personas de entonces.
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Fui testigo de tu paciencia, dedicación y pasión por volver a la vida estas maravillas, felicitaciones por tu trabajo y por el portal que ilustra no solo por la vista sino por la imaginación, y como recrea esas pasadas vivencias tu forma de narrar la historia de estas joyas.
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¡Muy buenas historias de hallazgos, Marco! ¡Ojalá encuentres mas gramófonos pronto! aun hay muchos esperando ser encontrados
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EXCELENTE!!!!. Felicitaciones amigo de las antiguedades. No solo las piezas con su tremendo trabajo de restauraciòn, ademàs, cada relato, cada historia con su cronologìa y miscelàneas de la època!!!!.
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TENGO UNA CURIOSIDAD QUE CAPACIDAD DE VOLUMEN TIENE LOS GRAMOFONOS???
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Los factores del volumen de reproducción básicamente depende del estado del disco, del diafragma o reproductor y del tamaño de la corneta, en buenas condiciones estos tres factores el sonido es fuerte y no hay forma de bajarles el volumen.
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EL QUE ME ENCANTA ES EL VICTOR IV ME GUSTARÍA OÍRLO, LA HISTORIA QUE RELATAS SOBRE COMO ENCONTRASTE AL VÍCTOR IV ES COMO SI ESTOS ARTEFACTOS TE BUSCARAN Y PIDIERAN QUE LOS VUELVAS A LA VIDA, GRACIAS A TUS MANOS MARAVILLOSAS, A ESA DEDICACIÓN QUE PONES HOY SE PUEDE GOZAR DE SU PRESENCIA, GRACIAS A LA HISTORIA QUE NARRAS PUEDO SENTIR QUE ESTOS VÍCTOR EN SU TIEMPO HICIERON GOZAR A MUCHOS Y DE SEGURO DE VERLOS Y APRECIARLOS DEBE TENER UNA ENERGÍA SALUDABLE, QUE TE TRANSMITE TRANQUILIDAD, EMOCIÓN Y SENTIMIENTOS ENCONTRADOS, TU NARRACIÓN ME LLEVA A QUE ME EXPRESE PERO NO ENCUENTRO LAS PALABRAS EXACTAS PARA DECIR MI SENTIR, PARA MI ESTAS HISTORIAS SON NUEVAS Y LAS ILUSTRACIONES QUE DAS SON MUY MARAVILLOSAS A LO QUE TU CUENTAS COMO LOS ENCONTRASTE, ME HARÉ SEGUIDORA DE TU PAGINA
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HABLAS DE MI TIERRA EN VICTOR 0 DE MI QUERIDO APURIMAC, DIME QUE PARTE DE MI APURIMAC, TAL VEZ SERA ABANCAY??? SALUDOS DESDE LA TIERRA DEL DIOS QUE HABLA, ME AGRADA MUCHO SUS RELATOS SOBRE LOS GRAMOFONOS, YO TENGO UNA REPLICA EN CASA, PERO VEO QUE DE UD ES MUY DISTINTA A LA QUE TENGO, VOY APRENDIENDO UN POCO MAS DE ESTOS ARTEFACTOS, SALUDOS
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La zona de Apurimac de la que hablo, es Grau y Cotabambas, tengo aun una experiencia en Progreso, de las cercanias de Ccochasayhuas, lugar donde nació la Gran Chabuca Granda.
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HOLA MARCO QUIERO SER SEGUIDORA DE TU PAGINA GRACIAS
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Bien Paty, bienvenida, te sera reportada toda nueva actualización del Blog. Gracias por tu atención.
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Realmente impresionante la forma de relatar que tienes, hace que una se quede prendida del monitor los gramofonos efectivamente son una maravilla cuantos recuerdos de antaño si esos gramofonos hablaran imagina las historias que nos contarian gracias por tus relatos.
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Déjame decirte que por primera vez en mi vida conozco a una persona con tanto deseo de conseguir una belleza en todo el sentido de la palabra, sabes al leer las pequeñas historias sentí mucha emoción y deseo de saber como concluyo cada historia, bueno creo que todas estas vitrolas tuvieron una historia feliz en tus manos, sabes me gustaría que escribas un libro con todas estas hermosas historias pero no se si solo yo sentí esa inquietud de saber mas y entrar en la capsula del tiempo es hermoso felicidades y muchos éxitos en tus nuevas aventuras de conseguir lo que fascina.
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COMPARTO LA IDEA DE RUTH, TIENES QUE PLASMARLO EN UN LIBRO PARA ASI TENER LO Y RELEERLO EN MIS MOMENTOS DE OCIO Y AUN VIAJANDO YA QUE YO HAGO VIAJES LARGOS Y SOÑARE CON ESTAS HISTORIAS DE LAS VITROLAS, SABES CUANDO PUBLIQUES ESE LIBRO SERA LA PRIMERA EN COMPRAR, POR QUE VALE LA PENA PAGAR EL PRECIO DE UN BUEN LIBRO Y ESTE NO ES LA EXCEPCIÓN, PORQUE HACER LA RECOPILACIÓN DE ESTAS HISTORIAS ES UN TRABAJO ARDUO Y VALE PAGAR EL PRECIO QUE PIDE EL DUEÑO DE LA PUBLICACIÓN, SALUDOS SEÑOR MARCO
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soy ecuatoriano y quiero hacer reconstruir una como hago para llamarlo
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Gracias por escribir, escríbeme a marcome_3@hotmail.com
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Un deleite sensorial y desde luego cultural. Leer cada historia, relatada con tanta exquisitez y lujo de detalles, así como la admiración que produce ver cada imagen de estas verdaderas obras de arte. Mis mas sinceras felicitaciones al Sr. Marco Peña, por este valioso aporte a la cultura.
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Gracias Martín, tu conoces lo especial que es deleitarse con una de estas piezas.
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Un escritor como tu es aquel, que se va a la cama llevándose una historia y se levanta con los dedos palpitándole por contarla, lo mas sorprendente es que tu escribes tus anécdotas y son muy bellas felicidades y mucha suerte.
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CUANDO SERA EL DÍA QUE PONDRÁ EL VÍDEO DEL HIMNO NACIONAL SIGO EN LA ESPERA Sr. MARCO, SALUDOS
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Llegó Julio, el mes de la Patria, en este mes un buen vídeo con el Himno Nacional del Perú.
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QUE BUENO QUE UD. CONOZCA MI TIERRA EFECTIVAMENTE CHABUCA GRANDE ES DE ESA ZONA, ESTOY RELEENDO TODAS SUS PUBLICACIONES Y ME QUEDO SORPRENDIDO, DEBO RECONOCER TAL VEZ NO ME EQUIVOQUE UD. ES DE ESAS POCAS PERSONAS QUE TIENEN LA PACIENCIA QUE MUCHOS NO TENEMOS, SALUDOS A LA DISTANCIA, A LA ESPERA DE MAS PUBLICACIONES
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ILUSTRATIVO, Y MARAVILLOSA FORMA DE ENCONTRARLOS A CADA GRAMOFONO, FELICITACIONES !!!!!!!!!!!!!!!!!
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muy interesante lugar en la parte del sur del peru no hay muchos ejemplares.Muy bueno
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SR. MARCO
LA CORNETA QUE SE MUESTRA AL INICIO ES DE MADERA …..????????
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Efectivamente, esa primera corneta es de madera, esta hecha en caoba, muy liviana y tiene mejor acústica que las metálicas, son cornetas muy raras…
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yo tengo dos con bocina de madera
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Hermoso, todo un privilegio… seria conveniente compartir algunas fotografìas de esos equipos con bocina de madera. Felicidades.
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ESTOY INTERESADA EN SABER MAS SOBRE LOS GRAMOFONOS
GRACIAS POR SU ATENCION
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Hola, escribeme a marcopenaaguirre@gmail.com
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Muy buen reportaje, tengo la suerte de tener una vitrola del modelo que no lleva corneta. Desde niña me fasciono mucho este instrumento musical.
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Gracias por comentar, me encantaria ver tu gramófono.
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Tengo un . Victor TalkingMch.Co Type – 568 Patented in usa and foreign countries CAMDEN New Jersey usa tiene trompeta de caoba y caja con pilares e incrustaciones de bronce, en muy buen estado puedes darme alguna información para saber lo que tengo.
Muchas gracias Guillermo Martinez.
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Hola Guillermo, Gracias por escribirme. Sin ver fotografía alguna de tu ejemplar, tan solo por la descripción que me das, puedo decirte sin duda que se trata del Víctor «La sexta» o Víctor VI, fíjate en la placa que lleva adelante si la numeración esta en Arábigo (6) o en Romano (VI), es un gran ejemplar, afortunado eres de poseerlo, a ver si me envías alguna fotografía, me encantaría verlo. Saludos.
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Muchas gracias por tu pronta respuesta, te adjunto fotos que ha sacado mi mujer para que puedas ver el gramófono, te pasaré en dos correos.
Me gustaría conocer su historia ya que nosotros lo tenemos desde hace 25 años y no hemos probado casi como suena, ya que ha estado de decoración.
Si es posible estoy interesado en conocer el valor en el mercado en euros ya que no me importaría vender. Según me indicó el que nos lo vendió que estaba perfectamente restaurado y claro son objetos de decoración antiguos y para mí es difícil entrar en éste mercado.
Muchas gracias y un saludo.
Guillermo Martinez.
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Parece que gay problemas en la transmisión.
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Hemos hecho fotos y no hay forma de enviar, me devuelven todos los correos. Me puede indicar otro e-mail para intentar pasarle las fotos.
Muchas gracias.
Guillermo Martinez.
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Intento pasarte las fotos y es imposible , esto es lo que me indican. Si puedes dame otra dirección de correo para poder enviar las fotos. Gracias – Guillermo Martinez.
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Marco: Sigo sin ponerme en contacto, me gustaría que me dijeras algo sobre mi gramófono, yo no me dedico a éste negocio lo tengo porque lo compre hace 25 años en una feria en Sevilla. Si te llega te agradeceré me des tu opinión. Muchas gracias y un saludo Guillermo Martinez.
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Este es el segundo correo.
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Hola, gracias Erreca, lamento demorar en ver este mensaje, por favor más rápida sera nuestra comunicación si me ofreces tu información a esta dirección marcome_3@hotmail.com un abrazo. espero poder ayudarte.
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Excelente estoy interesado en el victor III te animarias a venderlo
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Estoy interesado en venderlo, necesito si me puedes decir el valor de mercado, ya que yo no conozco.
Muchas gracia y espero tus noticias.
Guillermo Martinez.
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Muchas gracias por enviarme información y poder estar en contacto, yo sigo con el aparato, pero si alguien de tu entorno está interesado puedo enviarle información fotos, etc. un swaludo y muchas gracias
Guillermo Martinez.
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